Tras la
clasificación de la selección española a los octavos de final del mundial, tras
la derrota en su debut ante Suiza por 0-1, y las victorias ante Honduras y
Chile por 2-0 y 1-2 respectivamente, España se enfrentaría al país vecino y
capitaneado por uno de los mejores jugadores del mundo, la selección portuguesa
de Cristiano Ronaldo.
Portugal
venía de hacer una fase de grupos muy seria en la fase ofensiva, e intratable
en la fase defensiva, siendo la única selección junto a la de Uruguay que se
clasificarían a la siguiente ronda sin encajar ni un solo gol en contra. Por
otro lado, en cuanto a la efectividad de cara a gol, solamente consiguieron
anotar frente a Corea del Norte, ¡pero qué recital!
Sus
vigentes resultados en la competición fueron dos empates ante Costa de Marfil
en el primer partido, y ante Brasil en el tercer y último partido, ambos con
resultado gafas, 0-0. Su sobresaliente segundo partido fue el que colocó a los
portugueses por encima de los costamarfileños en la tabla, ya que arrollaron a
los norcoreanos por un 7-0, teniendo hasta 6 goleadores diferentes, siendo el
centrocampista Tiago el único jugador que anotó por partida doble.
Repasando
el cuadro de la competición, en caso de que España se alzara con la victoria,
se cruzarían con el ganador entre Paraguay y Japón, ambas selecciones muy
trabajadas y competitivas.
Llegaría el
día del partido, y nuestro seleccionador, Vicente del Bosque, saldría con el
siguiente once en el estadio Cape Town Stadium:
(4-3-3)
Portero: Iker Casillas (C)
Defensas: Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan
Capdevila
Centrocampistas: Sergio Busquets, Xavi Hernández, Xabi
Alonso
Delanteros: Andrés Iniesta, Fernando Torres, David Villa
La selección portuguesa dirigida
por Carlos Queiroz, saldría en busca de la victoria con el siguiente
planteamiento:
(4-3-3)
Portero: Eduardo Carvalho
Defensas: Ricardo Costa, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Fábio
Coentrão
Centrocampistas: Pepe, Tiago Mendes, Raul Meireles
Delanteros: Simão Sabrosa, Hugo Almeida, Cristiano Ronaldo (C)
El partido
en ataque por parte de la roja no defraudaría, siendo fieles a su estilo como
venía haciendo en los partidos anteriores, buscando el control a
través de la posesión, logrando un 63%, y obligando a los lusos a defender gran
parte del partido. También podríamos ver un partido muy bronco por ambos
equipos, llegando a cometer 32 faltas en todo el encuentro. No obstante,
únicamente fueron amonestados tres jugadores en el encuentro: Xabi Alonso por
parte de España, con tarjeta amarilla; y Tiago y Ricardo Costa, el primero con
amarilla y el segundo con tarjeta roja directa por una agresión en los compases
finales del partido.
Durante
todo el encuentro, ninguno de los dos equipos carecería de ocasiones para
anotar, pero sería David Villa en el minuto 63 el único jugador capaz de abrir
la lata, poniendo el 1-0 definitivo, y dejando a los españoles continuar con el
sueño de conseguir su primera copa mundial.
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