España seguiría subiendo peldaño
tras peldaño en busca de su objetivo, pero esta vez se interpondría la
selección de Paraguay en su camino. Los guaraníes habían llegado hasta cuartos
de final sin perder ningún partido.
En la fase de grupos
clasificándose como primera de grupo, derrotando a Eslovaquia 0-2 en el segundo
partido, junto a dos empates en el primer y tercer partido contra Italia y
Nueva Zelanda por 1-1 y 0-0 respectivamente. Sin lugar a dudas, Paraguay sería
un rival duro de roer, pero ni mucho menos al nivel de España.
En los octavos de final los
paraguayos se enfrentaron a Japón, selección muy competitiva pero muy inferior
al resto de selecciones clasificadas en referencia a la calidad de sus
plantillas. Sin embargo, ninguno de los dos equipos fue capaz de superar el
empate, llegando incluso hasta la tanda de penaltis, momento en el que dejarían
de estar tan igualados ambas selecciones. Paraguay no daría lugar al error, anotando
5 de sus 5 lanzamientos. En cambio, Japón solo anotaría 3 de 5, y por ello se
verían fuera de la competición.
Gerardo Martino, seleccionador de
Paraguay, alineaba el siguiente once inicial para enfrentarse a los nuestros:
(4-4-2)
Portero: Justo Villar (C)
Defensas: Darío Verón, Claudio Morel, Paulo Da Silva,
Antolín Alcaraz
Centrocampistas: Edgar Barreto, Jonathan Santana, Víctor
Cáceres, Cristian Riveros
Delanteros: Óscar Cardozo, Nélson Valdez
Nuestros 11 jugadores titulares
para estos cuartos de final, serían los siguientes:
(4-3-3)
Portero: Iker Casillas
Defensas: Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan
Capdevila
Centrocampistas: Sergio Busquets, Xabi Alonso, Xavi
Hernández
Delanteros: Andrés Iniesta, Fernando Torres, David Villa
A estas
alturas del campeonato, claro estaba que saldría vencedor el equipo que
concediera menos ocasiones al rival y cometiera menos errores, puesto que todos
tienen mucho que perder, pero también mucho que ganar.
En este
encuentro, como en cualquier otro de España en el mundial, la roja mantuvo el
control y la posesión del balón llegando a un 63%, manejando los compases del
partido en todo momento. No obstante, a pesar de disponer de numerosas
ocasiones de gol, Paraguay también tendría chances para llevarse la victoria y,
de este modo, enfrentarse a Alemania en la semifinal.
El empate
campearía en el marcador durante todo el encuentro, para sorpresa del
espectador, aun teniendo ambos equipos un penalti a favor. En primer lugar,
Óscar Cardozo, tras una mala entrada de Gerard Piqué en el minuto 57.
Seguidamente, Xabi Alonso fallaría para España tan solo 5 minutos más tarde,
cometido por Víctor Cáceres.
Llegábamos
al final del partido y ninguno de los dos equipos lograba meter en la portería
contraria, siendo el partido de más nervios para España en su trayectoria
durante el campeonato.
Pero,
finalmente, un imperial David Villa que, durante todo el mundial estaba sobresaliendo
por encima del resto en la etapa ofensiva, conseguía una vez más anotar para
España en el minuto 83 y clasificarles a las semifinales, acercándonos cada vez
más a la cima de la competición.
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